- La partida ha pasado de 5.900 millones a 7.743 a 31 de julio
- 877 millones salen del crédito extraordinario concedido en julio
- Todos los años el gasto en Defensa aumenta más de mil millones
La partida extraordinaria aprobada por Real Decreto Ley el pasado 26 de julio ha disparado, un año más, el presupuesto de Defensa. A 31 de julio, el ministerio de Morenés ha aumentado su presupuesto en 1.806 millones de euros. Así, por el momento, los 5.900 millones presupuestados se han convertido en 7.743 millones.
Buena parte de ese engorde surge del crédito extraordinario para pagar obligaciones de programas especiales de armamento de años anteriores por lo que, como pasó en 2012, no se trata de un gasto de última hora. Ese crédito, refrendado en el Congreso, suma 877 millones. ¿Y el resto, los otros 929 millones? Forma parte deltradicional desvío que todos los años sufre el Presupuesto de Defensa, que siempre supera los mil millones de euros y que no se justifica vía Real Decreto.
Así lo hizo en 2008 (se presupuestaron 8.149 millones y se gastaron 9.810), en 2009 (de 8.255 pasó a 9.344 millones), en 2009 (de 7.694 a 8.715 millones) y en 2011, último año de gobierno socialista, cuando pasó las cuentas destinadas a este departamento, de 7.156 millones de euros, se convirtieron en 8.301 millones a lo largo del año.
En 2012, el tradicional engorde de las cuentas alcanzó cotas mucho más altas y llegó a sumar casi 2.750 millones al gasto previsto inicialmente. Así, durante el año, los 6.316 millones presupuestados se convirtieron en más de 9.000 millones, lo que significa que el presupuesto de Defensa no se vio recortó como el del resto de los departamentos, sino que, de hecho, creció.
Otras partidas que crecen en la ejecución a 31 de julio publicada el pasado 14 en el BOE son las de Economía y Competitividad (20.000 millones, ya incluídos en la ejecución a finales de abril) y Empleo y Seguridad Social, que aumenta su gasto en 6.000 millones de euros en parte gracias a otro crédito extraordinario paralelo al de Defensa. En este caso se concedieron 5.850 millones extra para compensar las consecuencias del elevado número de parados: una menor recaudación y un mayor gasto en prestaciones por desempleo.
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