La banca se ha llevado ya el 25% del PIB español en su rescate a costa de los consumidores.
En los últimos cinco años las entidades bancarias españolas han recibido ya un importe en forma de ayudas, avales y rescates con cargo directo a los consumidores que se eleva ya al 25% del PIB español anual. El Banco de España lanzó a principios de Septiembre una actualización a verano de 2013 de todas las aportaciones realizadas por el Estado en forma de capital, que ascienden ya a 61.000 millones de euros.
Aportaciones que, además, el propio Gobierno duda de que se puedan recuperar en su totalidad. Economía da por hecho que el Estado no podrá recuperar íntegramente estos importes, y aboga por que a partir de ahora se trabaje para conseguir que las pérdidas que soporten los contribuyentes sean "las menores posibles.
Pero es que, además, esas aportaciones que desglosa el BdE ni siquiera suponen un porcentaje mayoritario de todas las ayudas que la banca ha conseguido a través del Estado, tal y como se observa en el gráfico que acompaña esta información, elaborado por ADICAE. El recuento del Banco de España no incluye los 50.000 millones trasvasados en activos tóxicos al Sareb, ni los 36.000 millones más que el supervisor reconoce en Esquemas de Protección de Activos, que "pueden dar lugar, en determinados casos, a pérdidas que no se podrán conocer hasta el final del período de vigencia de cada uno de los citados esquemas", dice el propio BdE.
Tampoco entran en este recuento los al menos 40.000 millones de euros comprometidos en avales, de los cuales casi la mitad dice el Banco de España que ya están liberados. Así pues, alrededor de 150.000 millones de euros, en una cuantificación conservadora, que las diversas instituciones públicas tienen puestos, a base de dinero público de todos los consumidores, para reflotar un sector, el bancario, que es en gran medida responsable de la crisis que ahora sufrimos debido a su irreflexiva burbuja inmobiliaria.
Aún existen otros cerca de 50.000 millones de euros que la banca ha venido atrapando en forma de participaciones preferentes a cientos de miles de pequeños ahorradores que, a costa de su pequeña liquidez, también han participado en este macro-rescate. Y, a razón de al menos 7.000 millones anuales, otras millones de familias españolas han sufragado con sus cláusulas suelo el equilibrio de los balances bancarios. Comisiones, seguros y planes de ahorro mal comercializados... El abuso bancario es, sin duda, parte de este rescate sin precedentes.
Un rescate que, al final, ha detraido de la economía real más de 200.000 millones de euros, alrededor de una cuarta parte del Producto Interior Bruto español, un importe suficientemente importante como para no desdeñarlo en un momento de crisis como el actual.
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